Cuidado
La salvación es un regalo de Dios al hombre. El hombre nunca puede compensar su pecado por su propia fuerza o las buenas obras. Solo confiando en Jesucristo como la única esperanza del perdón de Dios, el hombre puede ser salvo de la pena del pecado. Cuando nos arrepentimos de nuestros pecados y confiamos únicamente en Jesús como Señor y Salvador, somos salvos. La vida eterna comienza en el momento en que uno recibe a Jesucristo en su vida por fe.
Romanos 6:23; Efesios 2:8-9; Juan 1:12, 14:6;
Tito 3:5-7; Gálatas 3:26; Romanos 5:1, 10:9-13; 1 Juan 5:13
